Las/os niñas/os y adultas/os con diversidad funcional tienen menos probabilidades que sus compañeras/os de tener suficientes niveles de actividad física. Un estudio publicado en la revista Disability and Rehabilitation evaluó la viabilidad de un programa de ejercicios basado en la comunidad y tutelado por estudiantes. Se incluyeron a 19 personas que viven con una diversidad funcional (síndrome de Down, parálisis cerebral, trastorno del espectro autista, espina bífida y lesión de la médula espinal) para este estudio de 12 semanas. Durante el programa, las/os participantes hacían ejercicio dos veces a la semana con su mentor.
Los resultados indicaron que el programa obtuvo una alta tasa de cumplimiento: los participantes asistieron al 91 % de sus sesiones programadas, y la intensidad tanto en la fuerza como en la aptitud aeróbica aumentó a lo largo del programa. Se observaron mejoras en la fuerza de las piernas, la fuerza de los brazos, la resistencia al caminar y la calidad de vida relacionada con la salud. Las/os jóvenes que participaron en el programa comunicaban una experiencia positiva, lo que indica que un programa basado en la comunidad y dirigido por mentores estudiantes es factible y aceptable para las/os niñas/os que viven con una diversidad funcional.
Fuente Shields N., van den Bos R., Buhlert-Smith K., Prendergast L., Taylor N. «A community-based exercise program to increase participation in physical activities among youth with disability: a feasibility study». Disability and Rehabilitation. Mayo de 2019; 41(10):1152-1159.