Los padres que hacen ejercicio por bienestar son más propensos a seguir haciendo ejercicio.
Un estudio publicado en el Journal of Physical Activity & Health ha examinado la relación entre los objetivos del ejercicio y la fuente de motivación (interna o externa), en hábitos de ejercicio a largo plazo. Los investigadores encuestaron a 296 padres (226 madres y 70 padres) de niños menores de 16 años y los siguieron durante un año.
Los resultados mostraron que todos los objetivos de ejercicio, excepto la pérdida de peso, se asociaron con una motivación interna de cada uno, mientras que los objetivos de pérdida de peso y apariencia se vincularon a una motivación externa (derivada de la presión externa). Cuando se realiza ejercicio para la gestión del estrés y para la revitalización, pero no por salud o por apariencia, es más probable que se siga haciendo ejercicio al cabo de un año. Esto puede deberse a que los beneficios de bienestar del día a día se realizan de manera más inmediata que los beneficios de salud o apariencia a largo plazo. Los autores también señalan que estos hallazgos «apoyan las llamadas recientes a ver el ejercicio como un medio para mejorar el bienestar diario».
Fuente: Mailey EL, Dlugonski D, Hsu WW, Segar M. «Goals Matter: Exercising for Well-Being But Not Health or Appearance Predicts Future Exercise Among Parents». Journal of Physical Activity & Health. 1 de noviembre de 2018;15(11):857-865. doi: 10.1123/jpah.2017-0469. Epub: 12 de octubre de 2018.