Aunque el día amaneció oscuro y muy lluvioso los ánimos y las ganas de disfrutar de la montaña nos hicieron salir del Estadio con mucha ilusión.
Aunque el día amaneció oscuro y muy lluvioso los ánimos y las ganas de disfrutar de la montaña nos hicieron salir del Estadio con mucha ilusión. El pueblo de Olano nos recibió con un xirimiri que pronto se convirtió en lluvia fuerte durante casi toda la jornada.
El recorrido por suerte cruzaba varios pueblos, lo cual, nos permitió cobijarnos un poco de la lluvia. Avanzamos bastante rápido hasta que casi al final de la etapa, el agua cesó y pudimos almorzar tranquilamente.
Tras el almuerzo, recorrimos el último kilómetro hasta Legarda donde el autobús nos esperaba para regresar al Estadio.
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