El día comenzó con la tónica general que nos acompaña en estas últimas semanas, sol y temperaturas templadas. A nuestra llegada a Abezia, el día estaba completamente despejado y la temperatura nos adelantaba una jornada primaveral excelente.
El día comenzó con la tónica general que nos acompaña en estas últimas semanas, sol y temperaturas templadas. A nuestra llegada a Abezia, el día estaba completamente despejado y la temperatura nos adelantaba una jornada primaveral excelente.
Salimos desde la plaza del pueblo en dirección oeste siguiendo la vaguada que nos iba a conducir tras 200 metros de desnivel a la zona más alta de la etapa. El camino es cómodo y agradable, lo cual, nos permite ir charlando a un ritmo tranquilo.
Tras una hora caminando llegamos a la parte más alta de la sierra donde el viento nos refresca un poco el ambiente. De aquí en adelante podemos intuir el abismo próximo que crea el salto de agua. Tras caminar por sendas laberínticas llegamos a uno de los afluentes del salto del Nervión. Podemos observas el vacío que se abre a nuestros pies y la belleza del valle.
Después de realizar las obligadas fotos en el mirador del salto del Nervión, nos dirigimos a una de las loberas a resguardarnos del viento y a almorzar. Tras la comida terminamos la jornada en la casa del parque, donde el guarda muy amable nos explica los secretos del parque.
Solo nos queda la vuelta en autobús al Estadio para finalizar esta bonita salida.
Galería fotográfica