La jornada playera amaneció un poco nublada. Salimos del Estadio con nubes y unas temperaturas que no invitaban a pasar un típico día playero. Una vez en Hondarribia comenzamos a ver unos claros que anunciaban el sol que nos acompañaría el resto de la jornada junto con un aumento de la temperatura.

Después de disfrutar con las vistas del mar, del reformado paseo marítimo y del puerto deportivo, nos dirigimos a la parte vieja. Como todos los miércoles, era día de mercado en las afueras del casco viejo. Esto hizo que disfrutáramos de un ambiente excelente.

Otra peculiaridad de nuestra visita fue que pudimos ver de cerca las campanas de la iglesia ya que después de haberlas restaurado en Palencia, estaban expuestas en la plaza de la iglesia.

En resumen, pudimos disfrutar de un agradable día de playa en el que algunas valientes incluso se pegaron un chapuzón antes de coger el autobús y volver de nuevo al Estadio.

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