El pasado S16/Abr recorrimos los senderos de Sáseta a San Vicentejo. Tras una demostración de habilidad de Jesus el Chofer, llegamos a Saseta, punto de partida.
El pasado S16/Abr recorrimos los senderos de Sáseta a San Vicentejo.
Tras una demostración de habilidad de Jesus el Chofer, llegamos a Saseta, punto de partida. Enfilamos el camino del barranco de Okina buscando el río Ayuda. El puente colgante nos aguantó de nuevo, al igual que hace 4 años. Siguiendo por el barranco llegamos a Mendandia.
En este singular ringon se conjugan los restos arqueológicos, una bella cascada y unas bonistas vistas. Mendandia dio paso al paisaje adehesado de los cerros del sur de Montes de Vitoria, que nos acompañó hasta Aguillo. El almuerzo tuvo lugar en unas preciosas campas junto al molino y el arroyo Saraso; un lugar idílico en verano. En nuestro caminar vimos las huellas que dejó el fuego de este verano y todos los pinos y quejigos calcinados. Al llegar a Otxate nos llevamos un gran susto, no fue a cuenta de los espiritus que dicen que habitan en este lugar, sino de uno de nuestros más inconcicionales senderistas, que se sintió mareado. Finalmente llegamos a la ermita de la Concepción de San Vicentejo, donde con nuestro compañero ya recuperado, partimos a Vitoria-Gasteiz
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