El autobús nos dejó en las mismas puertas del parque natural del Gorbea, en las canteras de Murua, desde donde se abren al senderista y montañero muchas posibilidades y recorridos.
Desechamos la primera opción de subir directos al Gorbea, y recorrimos unos metros siguiendo el río Subialde hasta coger el cruce de Azero. La cuesta se hizo dura pero por momentos, pero las landas de Azero, con sus viejos perales y el paisaje de las peñas de Gorbea, fueron un bonito premio.
Tras un embarrado sendero llegamos al punto del almuerzo; Arimekorta y los prados y cabañas de su entorno. Nos quedaba sólo bajar, y no fue lo más sencillo, porque la pista se nos hizo muy larga. Aún así, esta pista nos permitió descubrir algunos preciosos lugares del río Undebe.
A las 14 horas, llegamos al bello pueblo de Ubidea, en plenas fietas.